miércoles, 4 de mayo de 2011

Los Experdientes Secretos de los Exes

Las ex-parejas siempre son temas muy espinosos, de hecho tocarlos puede desbocar en la apertura de una caja de Pandora que en vez de beneficiarte de algún modo, acentúan tus inseguridades, miedos, y minan tu compromiso de ser una persona fuerte e inamovible. Siempre hay diferentes tipos de ex, desde el pacifico ex del pasado sin contacto alguno con tu ahora novio, hasta el peor de todos: “el ex de mitad de tiempo”. Éste último se origina cuando una pareja decide separarse, luego uno de ellos comienza una relación con alguien más (el ex de mitad de tiempo), luego cortan y tu regresas con quien hasta entonces era tu ex. Para ser un poco más claro, es el pobre desafortunado que se metió con una persona que no tenía del todo sus asuntos terminados con su ex pareja.

Estos de hecho son los peores porque están ahí, en medio de tu relación. Como el Central Park en medio de New York. Un gran espacio vacío en medio. Lo peor de todo es que aunque te incomode pronunciar su nombre, te incomode pensar en su existencia, es que no puedes echarle la culpa de nada. Es un pobre inocente. Ahora, si tienen la suerte de que ese “pobre inocente” acepte con dignidad su mala decisión, no tendrán mayores problemas. Pero, si esa “pobre inocente” se convierte en el “pobre ardido” entonces estarás en muchos problemas.

Y es que quiero aclarar que no es mi caso. La verdad para ser justos, el “ex de en medio” que inspiró este blog, no me está haciendo nada malo. Pero el hecho de andar por las calles contando la historia de amor que tuvo con tu actual pareja. Y que ahora no sea solo la vida privada de tu novio y de él, sino que sea de dominio público, cada costumbre, cada caricia, la historia de cómo se conocieron, y lo tanto que le duele la situación en la que está ahora, eso si que me saca de mi órbita normal. Y es que aunque me digan “pobre, él no tiene la culpa” lo único que quieres hacerle saber es “loco, ya deja de hablar de eso, no tiene caso” y es que no solamente no tiene caso, sino que me molesta. Y lo peor es que al buscar con quien me molesto me encuentro en un callejón sin salida. ¿Será con él? ¿Con su ex pareja que es ahora mi pareja? ¿Con la persona que me contó? Y es que he llegado a pensar que tal vez es conmigo mismo. Conmigo mismo porque después de un gran aprecio personal, auto-confianza, orgullo y dignidad (recién descubiertos) acepté tan engorrosa situación.

¿Cuando pensé que no sería mala idea darle otra oportunidad a una relación que ya había acabado, no se me cruzó por la cabeza que momentos así vendrían? Y es que cuando terminó el martirio que se había vuelto aquella relación me dediqué fervientemente a saber lo menos posible de la vida de mi ex, y mucho menos de la vida en común que estaba llevando con la otra persona. Todos mis amigos, conocidos, allegados, Facebook, y cualquier otra red social pasaron un una exhaustiva moción de censura donde decir solo su nombre era prohibido. Simplemente sabía que esa sería la manera que mi amor por esa persona muriera míseramente… y funcionó. Y es que no solamente los demás dejaron de hablar de él, sino que yo también. Había muerto, o mejor que muerto, nunca había pasado. Mis citas nunca supieron mi historia, nunca supieron si yo había tenido un novio recientemente. Cuando alguien se atrevía a preguntar yo solo respondía “si, anduve con alguien pero terminó, y no se hace cuanto terminó esa relación” y si llegaban a preguntar cual era su nombre (para entonces ya me habré sentido acosado, y esta persona estaba descartada para una segunda cita) solo respondía “es que de verdad no vale la pena”. Y ahí moría el tema. Una actitud que ojala este ex de mitad de tiempo adopte lo más antes posible. Y es que cuando se trata del pasado, no puedo dejar de preguntarme, ¿Cuánto podemos recordar sin perdernos en el?

Esto es un mensaje para esa “inocente victima” que aun no sale del panorama: “Entiendo que te sintás como la victima, y posiblemente tenés razón al sentirte así. Las cosas desafortunadamente pasan y esta vez te tocó. Aunque dices que yo te empujé en aquella sucia disco quiero decirte que no recuerdo que haya pasado eso, y si pasó disculpa. Tenías razón, estaba borracho. Estaba celebrando mi mayor venganza… que te quedaras con él (¡Sí, es una canción!). Pero aparte de ese accidente (el cual lo niego y no lo recuerdo) fui un buen ex-novio, no lo llamaba, no lo buscaba, de hecho nunca quise saber nada de él, ¡y más aún! No dejaba que él supiera nada de mí tampoco, porque si lo hubiera hecho posiblemente tu relación no hubiera sido de 4 meses sino de 2. No creas lo que te dicen tus amigos, están tratando de consolarte, no le des mas vueltas al asunto y aunque existe una posibilidad de que regresaras con él (después de todo, todo es posible en este mundo) no te aferres a esa posibilidad que puede no materializarse. Sé que no debo de tener nada en contra tuya, pero siento que no es así. Fuera diferente si fueras tan buen ex-novio como lo fui yo. Algún día encontrarás a alguien más para que podás olvidar esos 4 meses de experiencias buenas que viviste. Y hablando de experiencias buenas, 4 meses no se comparan a 5 años… bueno 4 años y 8 meses gracias a TUS 4 meses. De verdad lo lamento, pero te sentirías mejor si no hablas de eso.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario