martes, 18 de diciembre de 2012

Open Letter

En Nicaragua hay un dicho que toda la vida me ha impactado por la verdad, la firmeza y la sabiduría que encierra su significado. “El que se quema con leche, hasta las cuajadas sopla”. No hay verdad mejor dicha. Uno tiene una mala experiencia en el pasado, luego en el futuro es mucho más cauteloso para que esa mala experiencia no se repita. Y ese mismo hecho si lo llevamos al plano de las relaciones entonces ese efecto se vería multiplicado por la máxima potencia. Yo me he quemado varias veces. Y es por eso mismo que trato de soplar o de cuidarme mucho antes que algo malo suceda. Desgraciadamente sé que esa misma paranoia que se apodera de mí mente puede provocar una mala reacción en la otra persona. Tal vez ya no pueda confiar como antes, tal vez eso me convierte en un producto defectuoso. Tal vez ahora dude más, pero eso no significa que no quiero dejar de dudar. Solo quería que supieras que me he quemado y no quiero quemarme otra vez.

Siempre he pensado que soy una persona que he sido capaz de controlar mis emociones y sentimientos. Nunca me he considerado como alguien que piensa con el corazón. Y de repente ese mundo de lógica que he querido construir alrededor mío se destruyó solo con una sonrisa tuya en una plaza. ¿Qué posibilidad teníamos? ¿Cuántas cosas teníamos que hacer para vivir una vida juntos? ¿Cómo superamos todos los problemas? ¿Qué probabilidad había que hayamos llegado hasta hoy? Un día me dijiste que si uno dice “te amo” mientras no lo está pensando entonces era real, ya que no tuvo que pasar por el pensamiento. Aunque creo haberte dicho que no era así, luego pensé en eso por días. Y por eso supe que estaba haciendo lo correcto con vos… porque era mi corazón quien me lo pedía no mi mente. Nacía en mí.

Yo tengo una prima que siempre fue más valiente que yo. Yo intentaba ser igual de valiente que ella, pero solo fingía. Desde entonces sé que tengo miedo. De hecho tengo miedo. Tengo un terrible miedo a perder una vez más en una relación. Me aterroriza. Y descubrir un día que tengo que vivir sin vos mientras los dos intentamos rehacer nuestras vidas. Yo sin poder. El sentimiento de pérdida para mí sería enorme. Y es que a mí no me gusta jugar con mis palabras. Si yo digo algo es porque creo firmemente en lo que estoy diciendo. Para mi alma gemela no es un término que ocupo para descubrir la mejor pareja de baile en la disco. Para mi alma gemela es la otra parte de una persona. Complemento infaltable. Y creo firmemente de que uno no puede aguantar todo… pero no debe de dejar el barco sin dar la lucha. Así el hundimiento será más digno. ¿Qué tan serio soy? Muy serio. No juego con mis sentimientos.

Yo recuerdo que cuando tenía 19 pensaba que era una persona extremadamente madura y capaz de manejar como un adulto una relación. Ahora que tengo 26 veo atrás y no puedo dejar de admirarme en lo equivocado que estaba. Nos pasa a todos. Pero yo no puedo dejar de pensar en cómo cambian las personas maduran. Como aprenden nuevas cosas. Algunas veces me puedo equivocar. Pero nunca lo haría para dañarte. Pero lo veo como parte de crecimiento personal. Todo el mundo se equivoca, y yo estaré ahí para luchar por nosotros cuando vos te equivoques.

Es bien importante conocer muy bien a la persona con quien uno quiere compartir el resto de su vida. Y todos tenemos ese pequeño lugar en nuestra psiquis donde escondemos todo lo que creemos nos convierte en monstros. Lo que ocultamos a la vista. Pues yo te las acabo de decir. Para mostrarte que soy imperfecto, pero sé que el amor me puede poner un paso más cerca de la perfección.

No hay comentarios:

Publicar un comentario