Muchas veces uno escucha esas historias de parejas, como se conocieron, como se enamoraron, y como llegaron a ser la perfecta pareja que son ahora. Sí, siempre incómoda hablar de eso. No sé cuantas veces haya torturado a un soltero desesperado con mi pseudo historia de felicidad. En Fin... todas estas historias tienen un común denominador: Suerte. El destino confabuló para que dos almas llegaran a conocerce en el momento y lugar adecuados. Contra todas probabilidades los dos se encontraron, se gustaron, y se enamoraron. Y como si luchar contra caras bonitas, frases politicamente correctas, fantasmas de relaciones pasadas, y muchas otras cosas más, no fuera poco ahora resulta que tenemos que luchar contra la suerte.
De niño nunca gané nada. Ni un concurso, ni una rifa... simplemente nada. Ya a esa edad me debí de haber ido imaginando que ganar el juego oscuro del amor tampoco me iba a tocar. Concí a alguien. Contra todo pronostico, voluntad, e incluso estadisticas conocí a alguien en el lugar menos pensado. Coincidimos mágicamente, hablamos de pura casualidad, y lo invité a mi casa con las razones equivocadas. Resultó ser la persona que había buscado. No es justo describirlo físicamente porque no hay mucho que describir, pero en cuanto abrió la boca para hablar todo lo que decía tenía todo el sentido del mundo. Era inteligente.
Parecía el final de mis días de soledad, abandono, desesperación y depresión. ¡Me había salvado! todas las cualidades que yo quería en alguien, esta persona las tenía... bueno unas que otras no, ¿Pero a quien le importaba? fui feliz por un par de horas hasta que escuché decir "Estoy Saliendo con alguien mas" y es que me hace pensar. ¿Cuanta mala suerte estoy acarreando yo? por primera vez en mi vida pienso que llevo una maldición de mágia negra sobre mí, echada a mi por alguien que sin querer (o queriendo) le rompí el corazón. Y es que no es justo y dan ganas de tirarse al piso y llorar como niño gritando "¡No es justo!"
¿Que tengo que hacer? y es que me parece tan irónico que esta persona se haya cruzado en mi camino para solo mostrarme lo que quiero y luego por un juego estupido del destino no esté disponible. ¡Basta! ¿Cuanto más el destino va a estar jugando conmigo? Estoy cansado de jugar el juego de una carrera que es imposible ganar. Estoy cansado de luchar por algo que de verdad no se alcanza. ¿Cual es el verdadero proposito del mundo? Es hora simplemente de tirar la toalla y darse por vencido con todo esto. ¡Que se jodan los que se tengan que joder! y es que dan ganas de tirar las sillas contras las paredes, destrozar cristales, gritarle al mundo, a mi maldición personal que me deje en paz. Es una burla cruel lo que hace conmigo. Es una burla cruel. ¿Que tan salado puedo llegar a ser? Es una pregunta que me da miedo responder. No quiero saber los alcances de mi mala suerte.
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